lunes, 11 de febrero de 2013


Hola, soy Yanira y este es mi trabajo sobre una escritora española:

ANA MARÍA MATUTE
 




 

Ana María Matute Ausejo nacida en Barcelona el 26 de julio de 1925 es novelista española, miembro de la Real  Academia Española. En 2010 recibió el premio Cervantes. Es considerada por muchos como una de las mejores novelistas de la posguerra española.

En sus obras trata muchos aspectos políticos, sociales y morales de España durante el período de la posguerra . Su prosa es lírica y práctica. En sus novelas, incorpora técnicas literarias asociadas con la novela modernista o surrealista. Matute es considerada “ una escritora esencialmente realista”. Muchas de sus obras tratan del período de la vida que abarca desde la niñez y la adolescencia hasta la vida adulta.

Ana María fue la segunda de cinco hijos de una familia de la burguesía catalana, conservadora y religiosa. Su padre,  Facundo Matute Torres, era catalán propietario de una fábrica de paraguas y su madre era María Ausejo Matute.

Vivió durante su niñez un tiempo en Madrid. Con cuatro años estuvo gravemente enferma, y por ello su familia la lleva a vivir con sus abuelos en Mansilla de la Sierra, un pequeño pueblo de las montañas riojanas. Matute dice que la gente de aquel pueblo la influenció profundamente en sus obras, dicha influencia se puede ver en antología Historias de la Artámila.

Ana María Matute tenía diez años cuando comenzó la Guerra Civil Española de 1936. La violencia, el odio, la muerte, la miseria, la angustia y la extrema pobreza que siguieron a la guerra marcaron hondamente a su persona y a su narrativa. Así se refleja en algunas de sus obras como , Los Abel (1948), Pequeño teatro (1954),  Los hijos muertos ( 1958), Los soldados lloran de noche (1964)…

Escribió su primera novela Pequeño teatro a los 17 años de edad, pero fue publicada 11 años más tarde. En 1949, escribió Luciérnagas queda semifinalista del Premio Nadal, aunque la censura impide su publicación.

En 1976 fue propuesta para el Premio Nobel de Literatura. En 1984 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil con la obra Sólo un pie descalzo. En 1996 publica Olvidado Rey Gudú y es elegida académica de la Real Academia Española de la Lengua, donde ocupa el asiento K y  se convierte en la tercera mujer aceptada en sus 300 años historia.

Matute es también miembro honorario de la Hispanic Society or America. Exite un premio literio que lleva su nombre y sus libros han sido traducidos a 23 idiomas. En 2007 recibió el Premio Nacional de la Letras Españolas, al conjunto de su labor literia. Asimismo, en noviembre de 2012 se le concede el Premio Cervantes, el más prestigioso de la lengua castellana, que se le entrega en Alcalá de Henares el 27 de abril de 2011.

Matute es profesora de la univerdad y viaja a muchas ciudades para dar conferencias, especialmente a Estados Unidos.


Entre sus obras podemos mencionar.

Novelas:

Los Abel (1948), Fiesta al noroeste(1952), Pequeño teatro (1954), En esta tierra (1955), Los hijos muertos (1958), Algunos muchachos (1964), La torre vigía (1971), Luciérnagas (1993), Paraíso inhabitado (2008)…

Relatos cortos y cuentos para niños:

La pequeña vida (1953), El tiempo (1957), Tres y un sueño (1961), El Río (1963), El aprendiz (1972), La oveja negra (1994), Todos mis cuentos (2000), La puerta de la luna. Todos mis cuentos (2010).

Premios:

Premio Miguel de Cervantes (2010), Premio Quijote de las letras españolas (2008), Premio Nacional de las letras españolas (2007), Premio Nadal de novela (1959), Premio Nacional de narrativa de España (1959), Premio de la crítica de Narrativa Castellana (1959), Premio Planeta de novela (1954), Premio café Gijón (1952), Finalista Premio Nadal de Novela (1947).


Fragmento de su obra Paraíso inhabitado (2008):

Nací cuando mis padres ya no se querían. Cristina, mi hermana mayor, era por entonces una jovencita displicente, cuya sola mirada me hacía culpable de alguna misteriosa ofensa hacia su persona, que nunca conseguí descifrar. En cuanto a mis hermanos Jerónimo y Fabián, gemelos y llenos de acné, no me hacían el menor caso. De modo que los primeros años de mi vida fueron bastante solitarios.

A pesar de todo, mis primeros años no fueron desgraciados. Incluso me atrevo  a decir que fueron más felices que los de algunos niños nacidos en circunstancias más favorables. Entre otras cosas, yo ya me había fabricado un mundo propio, donde vivía sumergida en algún elemento nebuloso, y a veces extraordinariamente cálido, con la calidez que –por lo oído bajo la mesa de la plancha- me había sido de algún modo regateada. Esconderme bajo aquella mesa –aun con el convencimiento de que las dos mujeres sabían o sospechaban, mi presencia- no era el único de mis refugios. No puedo recordar exactamente cuándo empecé a saltar de la cama y recorrer el mundo nocturno de la casa. Suponía a todos dormidos. Y lo estaban, o no estaban o estaban en algún lugar muy alejado de mí. Pero la casa, no. La casa despertaba precisamente entonces…..

 

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