Hola,
soy Yanira y este es mi trabajo sobre una escritora española:
ANA MARÍA MATUTE
Ana María Matute
Ausejo nacida en Barcelona el 26 de julio de 1925 es novelista española,
miembro de la Real Academia Española. En
2010 recibió el premio Cervantes. Es considerada por muchos como una de las
mejores novelistas de la posguerra española.
En sus obras trata
muchos aspectos políticos, sociales y morales de España durante el período de
la posguerra . Su prosa es lírica y práctica. En sus novelas, incorpora
técnicas literarias asociadas con la novela modernista o surrealista. Matute es
considerada “ una escritora esencialmente realista”. Muchas de sus obras tratan
del período de la vida que abarca desde la niñez y la adolescencia hasta la
vida adulta.
Ana María fue la
segunda de cinco hijos de una familia de la burguesía catalana, conservadora y
religiosa. Su padre, Facundo Matute
Torres, era catalán propietario de una fábrica de paraguas y su madre era María
Ausejo Matute.
Vivió durante su
niñez un tiempo en Madrid. Con cuatro años estuvo gravemente enferma, y por
ello su familia la lleva a vivir con sus abuelos en Mansilla de la Sierra, un
pequeño pueblo de las montañas riojanas. Matute dice que la gente de aquel
pueblo la influenció profundamente en sus obras, dicha influencia se puede ver
en antología Historias de la Artámila.
Ana María Matute
tenía diez años cuando comenzó la Guerra Civil Española de 1936. La violencia,
el odio, la muerte, la miseria, la angustia y la extrema pobreza que siguieron
a la guerra marcaron hondamente a su persona y a su narrativa. Así se refleja
en algunas de sus obras como , Los Abel
(1948), Pequeño teatro (1954), Los hijos
muertos ( 1958), Los soldados lloran de noche (1964)…
Escribió su primera
novela Pequeño teatro a los 17 años
de edad, pero fue publicada 11 años más tarde. En 1949, escribió Luciérnagas queda semifinalista del
Premio Nadal, aunque la censura impide su publicación.
En 1976 fue propuesta
para el Premio Nobel de Literatura. En 1984 obtuvo el Premio Nacional de
Literatura Infantil con la obra Sólo un
pie descalzo. En 1996 publica Olvidado
Rey Gudú y es elegida académica de la Real Academia Española de la Lengua,
donde ocupa el asiento K y se convierte
en la tercera mujer aceptada en sus 300 años historia.
Matute es también
miembro honorario de la Hispanic Society or America. Exite un premio literio
que lleva su nombre y sus libros han sido traducidos a 23 idiomas. En 2007
recibió el Premio Nacional de la Letras Españolas, al conjunto de su labor
literia. Asimismo, en noviembre de 2012 se le concede el Premio Cervantes, el más prestigioso de la lengua castellana, que
se le entrega en Alcalá de Henares el 27 de abril de 2011.
Matute es profesora
de la univerdad y viaja a muchas ciudades para dar conferencias, especialmente
a Estados Unidos.
Entre sus obras podemos mencionar.
Novelas:
Los Abel (1948), Fiesta al noroeste(1952), Pequeño teatro
(1954), En esta tierra (1955), Los hijos muertos (1958), Algunos muchachos
(1964), La torre vigía (1971), Luciérnagas (1993), Paraíso inhabitado (2008)…
Relatos cortos y cuentos para niños:
La pequeña vida (1953), El tiempo
(1957), Tres y un sueño (1961), El Río (1963), El aprendiz (1972), La oveja
negra (1994), Todos mis cuentos (2000), La puerta de la luna. Todos mis cuentos
(2010).
Premios:
Premio
Miguel de Cervantes (2010), Premio Quijote de las letras españolas (2008),
Premio Nacional de las letras españolas (2007), Premio Nadal de novela (1959),
Premio Nacional de narrativa de España (1959), Premio de la crítica de Narrativa
Castellana (1959), Premio Planeta de novela (1954), Premio café Gijón (1952),
Finalista Premio Nadal de Novela (1947).
Fragmento
de su obra Paraíso inhabitado (2008):
Nací cuando
mis padres ya no se querían. Cristina, mi hermana mayor, era por entonces una
jovencita displicente, cuya sola mirada me hacía culpable de alguna misteriosa
ofensa hacia su persona, que nunca conseguí descifrar. En cuanto a mis hermanos
Jerónimo y Fabián, gemelos y llenos de acné, no me hacían el menor caso. De
modo que los primeros años de mi vida fueron bastante solitarios.
A pesar de
todo, mis primeros años no fueron desgraciados. Incluso me atrevo a decir que fueron más felices que los de
algunos niños nacidos en circunstancias más favorables. Entre otras cosas, yo
ya me había fabricado un mundo propio, donde vivía sumergida en algún elemento
nebuloso, y a veces extraordinariamente cálido, con la calidez que –por lo oído
bajo la mesa de la plancha- me había sido de algún modo regateada. Esconderme bajo
aquella mesa –aun con el convencimiento de que las dos mujeres sabían o
sospechaban, mi presencia- no era el único de mis refugios. No puedo recordar
exactamente cuándo empecé a saltar de la cama y recorrer el mundo nocturno de
la casa. Suponía a todos dormidos. Y lo estaban, o no estaban o estaban en
algún lugar muy alejado de mí. Pero la casa, no. La casa despertaba
precisamente entonces…..
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